El Crítico Interno es como un pedazo de espejo que nos hace ver un cuadro distorsionado. Es esa voz interna que nos critica y nos habla en un modo despectivo. Hace que todo luzca desagradable.
¿Cómo se forma el Critico Interno?
El Crítico Interno se va formando a lo largo de nuestra vida, tratando de protegernos y mantenernos a salvo. Para poder seguir reconociendo el desarrollo de este crítico, es importante tener en cuenta que su función original era protegernos de la humillación y el dolor.
En el proceso de crecimiento, nuestros padres tienen que enseñarnos a vernos bien, y a comportarnos correctamente para poder triunfar en este mundo, tanto en nuestro hogar como en la sociedad. Después de todo, ¿quién serían los culpables si esto no fuese así? Por tanto, nuestros padres nos cuidan, tratando de hacer lo mejor, y encontrando aquello que está “mal” en nosotros para poder arreglarlo.
De esta manera, el mensaje que vamos recibiendo en nuestra infancia es: “hay algo mal en vos”.
Para protegernos del dolor y la vergüenza de encontrarnos siempre siendo menos de lo que deberíamos ser, UNA VOZ se desarrolla dentro de nosotros, que hace eco de las preocupaciones de nuestros padres, nuestra iglesia, o de otras personas que fueron importantes en nuestra vida. Literalmente desarrollamos una parte, un aspecto en nuestra personalidad, que nos critica antes que nuestros padres -o alguien más- pueda hacerlo.
El Crítico Interno es un aspecto de nuestra personalidad que se forma para protegernos de ser dañados o avergonzados. Está extremadamente ansioso, casi desesperado, para que nosotros triunfemos en el mundo y seamos aceptados y queridos por otros.
El Crítico Interno aparece de diferentes maneras. Algunas de sus afirmaciones favoritas son:
El problema con vos es…
Sos básicamente feo, hagas lo q hagas no te ayudará.
Sos egoísta.
Sos desagradable.
Sos aburrido.
Sos ridículo.
Vos no podés.
Vos no lo vas a lograr.
Vos no tenés talento.
No deberías haber dicho eso.
No deberías haber hecho eso.
Sos imperfecto.
El Crítico usa las palabras de manera muy poderosa. Una de sus favoritas, es “equivocación, error”. “No debería… me equivoqué…”
También puede presentarse como sensaciones de inadecuadez, inseguridad, impotencia, vergüenza, debilidad, mareos, sensaciones de vértigo, sin posibilidad de expresarnos, con la garganta cerrada, sin posibilidades.
El punto, es que con él, te volvés cada vez más temeroso de cometer un error. Podés dejar de intentar porque te dice que estás haciendo las cosas mal y que seguramente vas a fracasar. Su efecto termina bloqueando cualquier intento que podrías hacer.
El Crítico Interno anula tu creatividad. El Crítico Interno en un nivel profundo, es la fuente de una baja autoestima. El Critico Interno es fuente de vergüenza. Y puede deprimirte.
¿Qué es lo que realmente quiere el Crítico y cómo nos afecta?
El Crítico Interno quiere que estemos bien. Quiere que nos vaya bien, que tengamos un buen trabajo, que tengamos suficiente dinero. Quiere que seamos amados, que triunfemos, que seamos aceptados, que tengamos una familia.
Empieza a desarrollarse para proteger nuestra vulnerabilidad ayudándonos a adaptarnos al mundo que nos rodea y cumplir con sus requerimientos, cualquiera que estos sean. Para poder realizar su trabajo, necesita reprimir nuestras inclinaciones naturales y lograr que seamos aceptados por los otros criticando o corrigiendo nuestro comportamiento antes que otras personas nos critiquen o nos rechacen.
De esta manera, el Crítico Interno a menudo no sabe cuándo parar. No sabe cuando basta es basta. Tiene la tendencia a crecer hasta que está fuera de control y empieza a dañarnos realmente.
Cuando esto sucede se convierte en un verdadero problema. A esta altura, el Crítico Interno hace que te sientas terriblemente espantoso. Con él observando cada movimiento, te volvés cada vez más temeroso de cometer un error. Podés dejar de intentar porque te die que estás haciendo las cosas mal y que seguramente vas a fracasar. Aunque debajo de todo esto, el Crítico Interno puede querer que seas perfecto para no fallar, su efecto termina bloqueando cualquier intento que podrías hacer.
El Crítico Interno anula tu creatividad. ¿Cómo podrías crear o intentar algo nuevo o diferente cuando sabés que algo puede salir mal?
El Crítico Interno, en un nivel profundo, es la fuente de una baja autoestima. ¿Cómo puede ser posible que te sientas bien con vos mismo/a cuando tenés una vez dentro tuyo que sin para te dice lo que está mal en vos?
El Crítico Interno es una fuente de vergüenza. Encuentra todo lo natural en vos insatisfactorio, y sin descanso trata de cambiarlo. No hay una sola parte tuya que con su mirada sagaz no deje de encontrar y decidir- aún en lo profundo de tus sentimientos, sueños e impulsos qué deberías esconderla de la mirada del mundo exterior.
El Crítico Interno puede deprimirte. Si su Crítico Interno está manejando tu vida sin ningún balance viniendo desde todos lados, su constante barrera de crítica puede debilitarte extremadamente y desalentarte. Esto puede llevarte a una depresión y un agotamiento psíquico y físico.
Las personas pueden responder de diferentes maneras ante la presencia de este Crítico Interno.
Algunas personas no saben lo que está pasando y solo se sienten deprimidas. En este caso son víctimas del Crítico Interno y de la vida en general.
Otras esquivan el ataque y en lugar de sentirse inadecuadas y deprimidas, se transforman en un juez para otras personas. Un fuerte juez es un signo seguro que un fuerte Crítico Interno está operando bajo la superficie. A menudo las personas que aparecen como grandes Jueces o Críticos hacia los otros, son en su interior, intensamente vulnerables y autocríticos.
Otra manera de reaccionar al Crítico, es proyectarlo sobre las personas que a nuestro alrededor tienden a ser enjuiciadoras. Aquí la batalla es con las personas en el afuera, y el critico puede hacer su trabajo con bastante autoridad y sin interferencias desde adentro. A menudo estas personas han tenido padres enjuiciadores. Viven la vida como niños rebeldes y proyectan sus Críticos Internos sobre otras autoridades.
Algunas personas se rebelan contra el Crítico Interno cuando han aprendido en diferentes terapias a ser asertivos contra sus demandas. Aprenden a ser fuertes y rudos y a decirle al Crítico Interno: “No vas a seguir de esta manera nunca más”. El Crítico no sigue, simplemente va por debajo y espera por otro día, otra oportunidad, y se muestra tan fuerte como siempre. Atacar el Crítico Interno NO resuelve nada.
Podemos ver que el ataque de este Crítico Interno es de hecho un pedido de ayuda. Es como un sistema de alarma dentro de nosotros, avisándonos del peligro. Te hace saber en algún nivel, cómo de infeliz, ansiosos, y profundamente preocupado está por lo que estás haciendo, sintiendo o pensando. Tiene miedo que sientas pena, rechazo o abandono. Tu Critico Interno está aterrorizado que vayas a parecer tonto o traigas vergüenza a todo el organismo.
UN PRIMER ACERCAMIENTO A NUESTRO CRÍTICO INTERNO.
Para ir por debajo de las críticas del Crítico Interno y transformar la angustia en comprensión, debemos recordad cómo y por qué el Crítico nació.
Recordemos la importancia del rol que ha tenido que cumplir para proteger ese vulnerable, desprotegido y sensible niño que éramos y que vive con nosotros hoy y para siempre.
El Crítico recuerda el dolor que sentimos cuando nuestros sentimientos fueron heridos. Recuerda la humillación y la vergüenza que sentiste y qué terrible fue eso. Recuerda el dolor cuando las personar ser rieron de vos, cuando tu madre te gritó en frente de tus amigos, cuando tu papá se rió frente de la caja de madera que hiciste. Hará lo que sea para ayudarte a evitar el dolor, aún si esto significa tu destrucción. Recuerda vívidamente el horror que sentiste cuando te sentiste abandonado por tus papás y hermanos, no importa si este abandono fue físico o energético. Recuerda el terror que sentías cuando te despertabas en medio de la noche con pesadillas repetitivas. Va a hacer lo que sea para evitar esto.
Para el Crítico Interno la vulnerabilidad del niño interno y los sentimientos del dolor, vergüenza y terror están relacionado entre sí.
Por eso es que encontramos al Crítico tratando una y otra vez este niño no se muestre para que nuestra vida siga funcionando. El Crítico Interno no puede venir y decirnos, “me siento vulnerable por la manera en que estás comiendo. Tengo miedo que te enfermes y no puedas trabajar y esto me está aterrorizando”. Esa es la manera en que un niño podría decirnos esto. En cambio, el Crítico, echaría afuera nuestra vulnerabilidad, diciéndonos de una manera fría, racional, y con tono enjuiciador “sos tan dejada, cuando vas a tener control, esto es veneno para vos, sos tan débil, sin voluntad para nada”.
Cuando acompañamos a través de FOCUSING este CRITICO INTERNO y realmente vamos más allá del ataque, finalmente accedemos a la vulnerabilidad que yace en el corazón del Crítico Interno. Entonces oímos su vez, sonando totalmente diferentes, diciéndonos primero cuáles son sus miedos, sus preocupaciones, mostrándonos todo lo que le preocupa. Vemos que el Crítico realmente nos está pidiendo ayuda porque se siente sobrecargado por el mundo y sus demandas. Entonces aprendemos a hacernos cargo de este Crítico tanto como de nuestro Niños Interior.
Cuando el Crítico es finalmente escuchado, sus ideas se transforman en una parte importante de nuestro sistema de soporte interno. Estas son ahora un aspecto de nuestra objetividad y discernimiento. La transformación del Crítico también nos ayuda a mantenernos seguros. Nos da autoridad, objetividad, y la habilidad de poner claramente los límites. Esta transformación nos protege y protege nuestro proceso creativo. De esta manera estamos libre para llevar adelante una vida plena y creativa.
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