¿Recordás alguna vez en que alguien te haya escuchado, realmente escuchado?

¿Recordás lo agradable que fue que te oyeran? Quizás ese mismo te ayudó a comprenderte mejor a vos mism@, a aclarar tus pensamientos y tus sentimientos, por la sencilla razón de que alguien te estaba escuchando.

PRESTAR ATENCIÓN.

Quizás también recordás una ocasión en que querías expresarle algo a alguna persona, y que te escuchara, pero la otra persona no te prestaba atención. Y, en lugar de eso, te habló de su propia experiencia, (¡cuántas veces nos ocurre que la otra persona te cuenta inmediatamente lo que a ella le pasó, parecido a tu experiencia, o incluso, peor que la tuya!), o te ofreció algún consejo, (claro, siempre bien intencionado), o te criticó por lo que estabas contando…

Si lo que querías era que te oyeran y en lugar de eso te dieron consejos, o te criticaron, probablemente terminaste la conversación más confundid@, o frustrad@, o enojad@, en lugar de ver las cosas con más claridad. Y, lo más probable es que sintieras que nunca más acudirías a esa persona para ser escuchado.

NO SON SÓLO TUS PENSAMIENTOS LOS QUE NECESITAS ESCUCHAR

¡Lo mismo le suele ocurrir a tu ser interior! Existen partes de vos mism@ que quieren ser escuchadas, sin que las juzgues, ni las critiques, ni les des consejos. Si haces esto, ¡sólo estas escuchando a tus pensamientos!

Existen partes tuyas que están dolidas, nerviosas, tristes, ansiosas, angustiadas, o llenas de temor, que necesitan ser verdaderamente escuchadas por vos. Tienen su propia historia, ¡y no es historia que “tu mente” ya conoce! Si están todavía presentes en vos, es porque algo tienen que contarte, expresarte, para poder evolucionar hacia un estado libre y sano.

El focusing es saber escuchar a tu ser interior.

¿Cuáles con las cualidades de alguien que sabe escuchar?

  • Una presencia acogedora: significa que estás interesado en todo lo que percibes en tu interior. Cada sentimiento que notas, sin importar lo desagradable o negativo que parezca al principio, tiene una buena razón para ser como es. Una presencia acogedora te proporciona el espacio para existir y respirar, para evolucionar y transformarte.
  • Mantener el espacio: significa incorporar tu percepción a tu mundo interior y mantenerla ahí dentro. Es como si le dijeras a tu ser interior: “estoy aquí y me quedaré contigo, acompañándote, así tal cual, estés sintiendo”.
  • Oír lo esencial: significa escuchar a aquello que desea ser escuchado. Cuando surge algo (“algo”, puede ser… una punzada en tu estómago, una tensión, o alguna sensación “movediza e intranquila” en el pecho, por ejemplo), puede resultar difícil comprender su mensaje. Si te quedas acompañando, presente en tu experiencia, y oyes durante un momento lo que “eso” quiere que oigas, el mensaje será cada vez más claro.
  • Permanecer en el presente: significa no distraerse con lo que sucedió en el pasado; ni con fantasías o miedos sobre el futuro. Significa permanecer en contacto con lo que estás sintiendo en tu cuerpo en este instante, incluso si ese sentimiento está relacionado con el pasado o con el futuro.

¿Una RELACIÓN con tus SENTIMIENTOS?

Tener una relación (conversación) con tu experiencia interna, te permite estar con tus sentimientos y no en ellos. Mucha gente cree que la única manera de modificar las emociones fuertes es sumergirse en ellas, sentirlas intensamente y pasar a través de ellas.

Escucharte con focusing, te enseña que el cambio llega con más facilidad a partir de tener una relación con tus sentimientos. ¡Y, no podés tener una relación con algo si estás metido dentro de eso!

Piensa en tus emociones como si fuesen un gran lago. Podes elegir tirarte al lago, sumergirte en el lago, o simplemente quedarte sentad@ a la orilla: cuando tienes una relación con algo, puedes sentirlo como un todo. Pero, cuando estás en el medio de algo, (o sumergido en eso) es más difícil llegar a conocerlo, de la misma manera que le es difícil a un pez conocer el agua.

Cuando estableces una relación con lo que hay ahí dentro (sensación, emoción), puedes “escucharla” mejor, oír su mensaje, puedes oír lo que te quiere decir. Vos, no sos eso (no sos ese sentimiento, no sos esa emoción).

Si te descubres diciéndote: “estoy triste”, “estoy enojad@”. Prueba con cambiar esa frase por: “algo en mí” está triste, o “algo en mí” se siente enojad@. Entonces, ese sentimiento se convierte en lago con lo que podés estar, en lugar de sentirlo por todo tu ser, porque es una parte tuya, no todo vos.

Bibliografía de consulta: El Poder del Focusing – Ann Weiser Cornell

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